24 ene 2011

Conciliar el placer intelectual con el sensual


Anatomía de la edición nació hace un año con el fin de ayudar a los editores a entender los cambios que se estaban produciendo en un sector muy conservador que veía como una amenaza los cambios en los hábitos de los consumidores y el peso que se estaba otorgando a internet como medio de difusión de los contenidos. En un solo año, la percepción de muchos editores frente a la red y al mundo digital ha cambiado considerablemente. Por eso, a los responsables de esta iniciativa -Alberto Vicente y Silvano Gozzer- les pareció una buena idea preguntarles cómo estaban viendo estos cambios. El resultado es 64 respuestas. Editores y estrategia digital, un libro en el que el aprovechamiento del mercado potencial de libros electrónicos, la influencia de la red y las distintas herramientas 2.0 en la comunicación y el marketing, la participación activa de las editoriales en las conversaciones generadas con los lectores en internet y los posibles cambios que habrá en la figura del editor en los próximos años son los temas tratados por una muestra representativa de editores de todo tipo: independientes, pertenecientes a grandes grupos, exclusivamente digitales, muy pequeños, editores de reconocido prestigio, etc.

Hay opiniones y posturas para todos los gustos, por supuesto, pero yo me quedo con la defensa del libro tradicional que hace Jacobo Siruela, responsable de Atalanta Ediciones desde 2005: "Aunque el libro electrónico es práctico en muchos sentidos, por ejemplo, si vas de viaje y necesitas varios libros, o para los niños, cuando van al colegio cargados, etc. Pero, sobre todo, es barato. Ese es el punto importante. Sin embargo, Atalanta no hará libros electrónicos. Sería traicionar nuestra filosofía. Estamos a favor del objeto sensual, y en contra de la aséptica e impersonal funcionalidad del eBookEl mundo se tornó horrible cuando lo funcional sustituyó a lo bello y nuestro anhelo es restituir lo bello en un mundo cada vez más funcional. Además, el libro impreso, si se hace bien, es una tecnología perfecta, un soporte que puedes utilizar a tu gusto, sobre el que puedes subrayar, escribir en los márgenes, guardarlo en el bolsillo del abrigo o disfrutar mirándolo. Si ya nos pasamos media vida frente a la pantalla de un ordenador, ¿acaso no es sensato permitirse apartar los ojos de la pantalla para gozar con la lectura de un objeto real que tienes entre las manos? En Atalanta intentamos conciliar el placer intelectual con el sensual. Y ambas exigencias nos parecen lo importante".

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